sábado, 10 de septiembre de 2016




PENSAMIENTOS MÍOS 

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Hoy he vuelto a estar de acuerdo conmigo mismo en que nuestras sensaciones, incluso las más fuertes y deseadas, se desvanecen como por encanto si no estás encima de ellas, si no las cuidas. Del mismo modo, pienso también que la razón y el entendimiento ha de procurarse que vayan siempre de la mano, al unísono, delante del corazón, pero sin que mucho lo note.

Me he convencido que ese amor que una vez te trastocó, jamás valdrá la pena haberlo vivido, ni siquiera para enmendar posteriores errores, porque en el amor quien semejantes fallos comete, está muy próximo a volverlos a cometer.

Creo que nada reconforta más que la sonrisa de un hijo, y que nada hace venirte más arriba que esa especial y silenciosa mirada que él a veces te envía, envuelta en la mayor sintonía.

Nos damos cuenta que la vida pasa y también que quizás algunos amigos los tengamos a nuestro lado si gozamos de ese privilegio, pero que si no es así, que parezca que los tengamos cerca.

También me gustaría decir que aprendí a calibrar que no hay nada mejor que marcharse a dormir con la conciencia casi del todo tranquila, porque tranquila, lo que se dice totalmente tranquila, es difícil de lograr.

Aunque con el paso de los años, creo que lo más importante de todo será... el jamás sentirte solo, situación que lleva implícita, naturalmente, querer a alguien y que ese alguien tan querido, también mucho te quiera. Pero que te quiera de verdad, de verdad y de verdad, que eso se nota.
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Si esto es así, aun en los momentos de más honda melancolía, entonces a algunos la lluvia le parecerá sol, y a otros, entre los cuales me encuentro, la lluvia le parecerá más lluvia, afortunadamente.

 


2 comentarios:

  1. Hay días que la lluvía no está sólo compuesta de gotas de agua... Hay días que esas gotas nos sorprenden y vienen acompañadas de preciosas palabras.
    Una maravilla de pensamientos.

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  2. Hola, Candela, gracias por las tuyas.

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