jueves, 26 de septiembre de 2019


EL MUCHACHO QUE NO SABÍA LO QUE SE ECHA DE MENOS LO QUE NO SE VALORA CUANDO SE TIENE

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Pasados los años aquel muchacho regresó a la ciudad y la vio a través de la ventana del Cuchara de Plata, un lugar donde tantas veces, charlando, tomaron café. Ella estaba preciosa, tanto que no comprendía cómo pudo decirle adiós.

Parecía estar sola pero él sabía que aquello tenía remedio. Sería muy fácil. Y es que ella lo había querido tanto... Entonces se dijo: 

- Bastará con que me acerque y le hable dulcemente al oído recordando aquellos días pasados en los que me quiso con ese amor que siempre me decía que jamás moriría.


Y con esa confianza entró, se sentó a su lado y ella le preguntó que dónde había estado durante todo este tiempo, pues no supo nada desde que se fue. Pero por toda respuesta, él le contestó que era un buen momento para retomar las cosas y continuar justo en el punto en que lo habían dejado.

Fue entonces cuando muy despacio ella se levantó camino de la puerta mientras él, con una amarga gota de sorpresa y pánico en la garganta, la oyó que decía
- Sí, pero lo que ahora necesito, jamás ya podrás dármelo. Y eso a pesar de que te quise tanto.
                    

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