lunes, 21 de marzo de 2016




LA INCOMPRENSIÓN

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Ocurre a veces que en el mundo del arte, la injusticia y la estupidez se agarran fuertemente de la mano y se van a dar ese paseo que en algunos casos dura no sólo días sino semanas y meses y en otros... hasta años.

Escritores a los que no se reconoció su obra como es el caso, por ejemplo, de Kennedy Toole con su Conjura de los necios, que nunca la vio publicada pues al rechazarla las editoriales, el pobre, todo desesperado, decidió suicidarse. Fue entonces su madre la que, dando la matraca, anduvo de editorial en editorial para que publicaran la obra de su hijito. 

Y la publicaron, quizás el suicidio y su morbo jugaron también su papel - digo yo que pensarían estos sesudos – pero sin darse cuenta, con toda probabilidad, de que era una excelente novela. Asusta pensar cuántas obras no vieron jamás la luz, arrumbadas en un cajón por mor de toda clase de circunstancias.

Literatos músicos y pintores... que os voy a contar de Van Gogh que no sepáis. Y aunque la aceptación de una obra sea carne de interpretación, lo que más la degrada es sin duda la incomprensión. 

Bonita música la de Don Mclean y creo que excepcional y en muy buen tono, la letra.




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