domingo, 27 de marzo de 2016



LA INDIFERENCIA

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A menudo que transcurren los años nos volvemos más raros y, a la vez por cada día que pasa, más se nos enmaraña el alma. Y eso que todos tuvimos momentos adorables en nuestra querida infancia, resonando como en cubiletes los dados, en el fondo de un bolsillo olvidado.

La gente tiene trozos de sueños y rincones de su vida que le fueron devastados, sólo que unos quizás pudieron superarlo y, sin embargo otros, no dejan de mirar al pasado. Y es que aunque todos siempre buscaron algo, sólo unos pocos lo encontraron.

Haría falta que se reclamara a las autoridades una ley contra la indiferencia y otra contra la soledad, para que ni una sola persona fuera jamás olvidada.

La gente tiene sin estrenar, trozos de sueños olvidados, con los que nunca llegó a dormir ni siquiera un bonito rato.




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