miércoles, 25 de septiembre de 2019

NO SON ESOS DÍAS

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En la postrera soledad de la parábola muerta
a mis amigos añoro en el bucle de la regresión perdida
antes sana, ahora herida
por la ilusión disfrazada 
ahora bonanza, luego tormenta
por las dudas de una mirada tuerta.
Jamás volverá la hoja en la rama o la quietud en el alma
o en la hoguera la llama, jamás
por tener los ojos cerrados 
con la llave de un pensamiento viciado
verde en los campos, pardos los tejados.


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