sábado, 10 de octubre de 2015



CAMINANDO

La había visto otras veces caminando por la playa o por el paseo que bordea el malecón, siempre sola, siempre sin nadie, cuando caía la tarde, preguntándose las olas que por qué olía tan bien el aire.

Hoy la he vuelto a ver y me he sentado frente a la orilla esperando su regreso hasta que, venciendo ya la hora, yo me preguntaba que por qué bailaban tan bien las olas. La vi venir de frente, con el embrujo en su mirada y ese alejarse, después, de su preciosa espalda, con un corazón agitado y dos sonrisas en el alma.

El amor a primera vista ¿es el mejor de los amores? Hay quien dice que no es que sea de todos el mejor, sino el verdadero aunque a veces se guarde como eterno dejando muchas cosas en el tintero. 

Al día siguiente, volví a verla por la ciudad, y cuando alguien quiso decirme su nombre no quise saberlo, pues habría de reinventarlo porque no puede haber en el mundo, nombre que suene mejor a deseo y a latidos junto.




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