sábado, 31 de octubre de 2015



CANCIÓN DE MADRUGADA

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Fue una noche en la que, sin saber el motivo, se encontraba especialmente solo escuchando una canción. Más o menos decía...

¡Desearía tanto que estuvieras aquí... ! Pero no porque distingas el infierno del paraíso, los cielos azules del dolor, los verdes campos del frío del acero o la suave sonrisa tras un tupido velo. 

Entonces se dio cuenta de que eso a él igual le daba.


Porque lo que sí desearía - se dijo - es que estuvieras aquí conmigo porque tú, más que nadie, sabes lo que aprecio la diferencia que hay entre ti y el más bonito de los valles, entre los de cualquier mujer y tus andares, y entre el rojo color de las cerezas y lo preciosa que te pones hasta cuando te desperezas.


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