HASTA QUE LLEGASTE TÚ

Había oído sonar unas campanas en lo alto de una colina pero nunca las vio repicar... hasta que llegó ella. También le dijeron que había unos bellos pájaros por el cielo pero nunca los vio volar... hasta que llegó ella. Y había, además, una bonita música y unas maravillosas rosas pero nunca reparó hasta que llegó ella.

Hoy me han dicho que durante toda la mañana, la lluvia no ha dejado de pegar sobre los cristales de mi habitación chaparreando, además, sobre las hojas de las acacias que se colaban por la ventana, pero no he podido disfrutarla... hasta que llegaste tú.

Me cuentan también que esta tarde, las olas rompían extendiéndose sobre la playa disfrazadas de piratas de plata, pero de nada me di cuenta... hasta que llegaste tú.

Ayer, al despertar, tenía las defensas bajas, el malestar se había adueñado de mí y no sabía cómo librarme, hasta que recordé que hoy llegabas tú.