lunes, 12 de octubre de 2015



CONCIERTO EN EL CAFÉ DE ZHIVAGO: SALUDO DE AMOR


Cuentan que Edward Elgar, cuando se prometió, en vez de regalarle a su amada una pulsera o decirle al oído en voz baja, te quiero, le compuso este precioso Saludo de amor. De ser mujer, yo también hubiera preferido el último de los tres.

La Filarmónica de Berlín toca en un auditorio denominado Teatro del Bosque, de noche con lluvia o con estrellas pero donde los berlineses, con un respeto imponente, escuchan la música, sentados en las gradas o cómodamente echados sobre esa parte de césped que también existe. Nunca vi un lugar mejor para escucharla, y jamás un Saludo de amor tan bonito y tan bien escuchado.






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